Un año menos tres días después de que un avión MD-82 de Spanair con rumbo a Las Palmas de Gran Canaria despegara del aeropuerto de Barajas, se elevase 12 metros y luego volviese a caer causando la muerte a 154 personas, el órgano encargado de investigar los accidentes aéreos dijo algo que hasta ahora no había dicho, o al menos no de forma oficial: que buena parte de la culpa en el siniestro la tuvieron los pilotos.

En concreto, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), dependiente del Ministerio de Fomento, señala en su informe provisional que la tripulación no activó los slats y los flaps --unas aletas anteriores y posteriores de las alas, imprescindibles para el despegue en las condiciones de carga y viento que se dieron en la maniobra del aparato aquel 20 de agosto del 2008--, ni después comprobó si estaban activados.

El tercer fallo fue técnico: el sistema de alarmas que avisa en cabina cuando la configuración del despegue no es correcta, llamado TOWS, no funcionó.

El informe no es definitivo. Pese a que la agencia de las Naciones Unidas para la aviación civil, llamada OACI, pide que el informe final se publique "de ser posible, en el plazo de 12 meses", y que una directiva europea establece el mismo tiempo, la Ciaiac, como es habitual, ha incumplido las recomendaciones.

BORRADORES En su lugar, ayer publicó un estudio interino que se suma a otro provisional que dio a conocer en octubre.

A diferencia del anterior, cuyos borradores --que señalaban a los pilotos y a la compañía-- fueron finalmente suavizados, este sí delimita responsabilidades. De los pilotos, no de Spanair, una aerolínea que también está representada en la Ciaiac.

"Lo más probable es que los flaps y los slats no fueran extendidos por la tripulación", afirma el texto. Sin embargo, piloto y copiloto actuaron como si lo estuvieran, e incluso simularon una comprobación. En las grabaciones del registrador de voz de la cabina, llamado CVR, se escucha al copiloto repasar la lectura de los flaps. "Eleven", dice, en referencia a que estas aletas tenían una inclinación de 11 grados. En realidad, estaban inclinadas cero grados. Es decir, no estaban inclinadas. "Se considera que la com-

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