Las arribadas masivas de cayucos a las Islas Canarias han convertido el inicio del 2006 en el peor de toda la historia en cuanto a número de inmigrantes irregulares llegados por vía marítima. Cuando aún no han concluido los cinco primeros meses, han sido detenidos ya en las costas españolas 8.792, más del doble que la media registrada en el mismo periodo desde el año 2000. El inicio récord correspondía hasta ahora al 2001, con 4.810 arribados hasta mayo.

En el 2005 se había logrado mantener controlado el fenómeno, tanto en la zona del Estrecho como en la de Canarias. La colaboración creciente de Marruecos y la implantación de los radares costeros en España redujeron el número de irregulares arribados a 11.781, casi la mitad de los 19.176 registrados en el 2003, el último año de la legislatura del PP, caracterizada por las tensas relaciones con el país vecino.

ASALTOS A LAS VALLAS Los subsaharianos encontraron el pasado otoño otro método para entrar en suelo español: los asaltos masivos a las vallas de Ceuta y Melilla, que cesaron en cuanto Marruecos también se implicó. Los irregulares han hallado ahora nuevas vías marítimas hacia las Canarias con la utilización de los cayucos, embarcaciones de mayor envergadura y capaces de cubrir mayores distancias. En marzo salían de Mauritania y ahora desde Senegal.

Pese a zarpar de más lejos, llegan muchos más. "Quizá esté ocurriendo como con el agua retenida por algún tiempo cuando encuentra una salida. Al principio, brota a borbotones", explica un asesor del Gobierno en la materia, en un intento de explicar el fenómeno.

Si las llegadas siguen al actual ritmo, en pocas semanas se alcanzará la cifra de detenidos en todo el año pasado. De los 8.792 llegados hasta ayer, 1.650 viajaron desde el norte de Marruecos a Andalucía, según datos facilitados por la Cruz Roja, informa Julia Camacho. La mayoría arribaron a Almería (957) para esquivar los radares del Estrecho.

Lo que sí parecen demostrar las estadísticas es que las oleadas de subsaharianos poco o nada tienen que ver con los supuestos efectos llamada de las regularizaciones. El año con más llegadas estuvo precedido de las políticas más restrictivas aplicadas por el PP y el que menos, el 2005, fue el de la regularización.

Otro dato que relativiza el fenómeno es su impacto real en la sociedad española. En el 2004 fueron detenidos 15.675 inmigrantes en patera, una cifra que equivale solo al 2,2% de los 696.284 que ese año se empadronaron en España. La casi totalidad entraron por los aeropuertos o la frontera pirenaica. Solo 1 de cada 50 extranjeros lo hicieron por vía marítima.