La población inmigrante representa ya cerca del 9% del censo español y ha supuesto una inyección de crecimiento económico, sobre todo, a través de un aumento del consumo privado, el principal motor del producto interior bruto (PIB) español. Algunos expertos atribuyen a la población inmigrante entre el 8% y el 10% del consumo privado español y calculan que este colectivo es responsable de entre una cuarta parte y un tercio del fuerte aumento del gasto de las familias en los últimos años. Estos son los cálculos del catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) Josep Oliver que ultima un estudio sobre inmigración y crecimiento económico para Caixa Catalunya.

La economista jefa de análisis sectorial del servicio de estudios del BBVA, Carmen Hernansanz, considera que, a falta de datos oficiales, la aproximación teórica de Oliver --de equiparar peso en población y en consumo-- puede resultar válida, pero añade que hay que tener en cuenta otras variables, como la menor renta media de este colectivo o el envío de remesas a sus países.

Oliver argumenta, sin embargo, que las peculiaridades del colectivo inmigrante en España avalan la correlación entre volumen de población y peso en el consumo total. Entre 1995 y el 2005, la inmigración ha supuesto el 51% del crecimiento de la población activa (2,4 millones de activos de origen extranjero) y el 34% de los 6,4 millones de nuevos empleos.

Además, el aumento de población inmigrante en los últimos años ha sido "explosivo", con un incremento medio del 22% anual a partir de 1999. Los 3,73 millones de inmigrantes registrados en el 2005 podrían casi duplicarse en el 2010 y alcanzar el 13% de la población en el 2010, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ahora, la mayor parte de esta población se concentra entre los 24 y 45 años y tiene una mayor propensión al consumo (el nivel de ahorro es muy bajo pues tiene que cubrir múltiples necesidades).

"Se trata de un fenómeno insólito, y creo que la sociedad española no es muy consciente de ello", afirma el profesor de la UAB. "Para el consumo, una variable clave es el crecimiento de la ocupación. Con 2,5 millones de puestos de trabajo generados en 7 años, no es exagerado afirmar que los inmigrantes han protagonizado entre la cuarta parte y un tercio del crecimiento del consumo en España", concluye Oliver.

CIRCULO VIRTUOSO Según el INE, el consumo total de las familias sumó en el 2005 unos 544.000 millones, incluido el alquiler de vivienda (no la compra), por lo que el 10% son 54.000 millones. La nueva población ha potenciado nichos de negocio hasta ahora infradesarrollados --como la venta de coches de segunda mano--.