José Manuel Llorca debería estar sentado en el banquillo de los acusados en Málaga, en el caso de corrupción de Marbella, y respondiendo en la Audiencia Nacional por supuesto blanqueo de dinero en la operación Ballena Blanca y, sobre todo, en la investigación de la estafa y blanqueo de dinero a través de los sellos de Fórum Filatélico.

Pero el cerebro de esta macroestafa, que hizo perder su dinero a casi 400.000 ciudadanos, no está, ni se le espera. La revista Interviú lo ha localizado en el Caribe y ofrece en exclusiva esta semana las primeras imágenes de uno de los fugitivos más buscados de España.

José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, que el mes próximo cumplirá 61 años, divorciado, padre de al menos dos hijos, catalán de La Seu d´Urgell (Lleida), con su nueva cara transformada por la cirugía estética, se dedica en las costas caribeñas a disfrutar de una fortuna, amasada desde los años 90, tan millonaria que ni sus más allegados se atreven a calcular.

"BANCO SUIZO CON PATAS" Un abogado que ha tratado mucho al prófugo de la justicia lo define como "un banco suizo con patas, con seis pasaportes y varias caras". "Gente vinculada a guerrillas africanas, amigos de traficantes de armas en la antigua Yugoslavia, mafiosos rusos, traficantes de droga italianos... Todos le confiaban su dinero para que él lo invirtiera y lo introdujera en el mercado legal, lo limpiara, digamos", explica el letrado, que asistió a algunas de las fiestas que Llorca celebró en Isla Margarita, en Venezuela. Algunas imágenes tomadas en dichos festejos acompañan el reportaje de la revista Interviú .

El amigo abogado de Llorca explica a Interviú que el prófugo es un tipo pausado, no bebe casi alcohol ni consume drogas, y posee un sentido del humor tan peculiar que bautizó como Garzon Investment a una de la sociedades con las que movía el dinero negro de los delincuentes.