Sucede que a veces el contacto con una realidad concreta te cambia la percepción del mundo. Por ejemplo, si una amiga se queda embarazada empiezas a ver mujeres embarazadas por todos lados. Me pasa mucho en el Eroski. Las veo descender por las escaleras mecánicas, tan redondas, tan felices, como si el mundo se hubiera aliado con ellas en un compromiso tácito con el futuro.

El problema surge cuando en ese afán de fecundidad se producen extrañas paradojas. Es el caso de Rubén Noé Coronado Jiménez , un español transexual de 25 años, que está embarazado de gemelos tras una inseminación artificial. La verdad, me recuerda a la mujer barbuda que veía en la Feria de Sevilla cuando era pequeño. No entiendo, por ejemplo que si se ha elegido un sexo no se asuman todos los roles y condiciones. Pero bueno, imagino que pronto habrá que aceptar como normal esa realidad y veremos hombres con antojos y barrigas prominentes no procedentes de la ingesta masiva de cerveza y otros alcoholes destilados. Por eso no me extraña que la noticia del italiano homosexual que se iba a operar para cambiarse de sexo, convertirse en mujer y meterse a monja para entrar en un convento, ´colara´ en todas las agencias de noticias, que la difundieron por el mundo. En realidad, fue una broma de Carnaval de la asociación de extrema derecha Casapound Italia. Nos adelantamos a los acontecimientos futuros, porque parecen inexorables. Fantástico. Cuantas más posibilidades, mejor. Yo me apunto. Refrán: Dentro de un año todos embarazados .