Un muñeco de goma con aspecto humano atraviesa una carretera justo en el momento en que un automóvil sin conductor, especial para ensayos de seguridad, llega por su derecha. Hay entonces dos opciones: el vehículo lo arrolla sin contemplaciones o bien, si está equipado con un sensor que detecta peatones, se para y permite que el humanoide acabe de cruzar. La prueba se ha realizado en un circuito especial diseñado por investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la empresa Applus+.

¿Algún problema? Pues sí. Los sensores para detectar objetos revolucionarán el mercado del automóvil en breve, quizá en menos de dos años, pero por ahora son prototipos imperfectos, es decir, hay ocasiones en que el automóvil se lleva por delante el muñeco porque no lo detecta. Ha ido demasiado rápido. El circuito en el que trabajan los investigadores ha sido concebido para que los fabricantes puedan mejorar sus sistemas en situaciones reales. Volvo, por ejemplo, ya tiene a punto un vehículo de este tipo.