La Guardia Civil buscaba anoche pistas para aclarar la muerte violenta de una mujer, de 33 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado de madrugada en un terraplén a las afueras de Castrogonzalo (Zamora). La mujer había desaparecido la tarde del jueves cuando salió a dar un paseo, informaron a Efe fuentes municipales y de la Subdelegación del Gobierno. El cuerpo presentaba golpes «muy significativos y violentos» tanto en la cara como en el cráneo. La víctima no consta en el registro de víctimas de violencia machista de la región. Y pronto se descartó esta hipótesis.

Anoche se supo que un pastor de Castrogonzalo (Zamora) se encontraba detenido en dependencias de la Guardia Civil por su supuesta implicación en el crimen de esta vecina. El subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo, había informado horas antes de que ese vecino del municipio iba a ser interrogado, aunque mostró su prudencia porque se le iba a tomar declaración debido a que «por su actividad habitual (es pastor) se encontraba en el entorno».

Leticia Rosino salió a pasear a primera hora de la tarde como solía hacer a diario y no regresó, por lo que se organizó una búsqueda por los alrededores del pueblo, donde fue hallado el cadáver sobre las tres de la madrugada. El cuerpo sin vida apareció en las inmediaciones de la planta de transferencia de residuos sólidos urbanos, en una zona de barranco próxima al río Esla.

El alcalde de Castrogonzalo, Joaquín García Neches, detalló que la joven era natural de la comarca zamorana de Tábara y residía en el pueblo con su novio, que era de Castrogonzalo e hijo de un trabajador municipal. La joven se instaló en Castrogonzalo -una pequeña localidad de unos 500 habitantes a unos 10 kilómetros de Benavente- tras encontrar trabajo como química en una industria láctea.