La acumulación de gas fue la causa de la explosión que el jueves por la noche provocó el hundimiento parcial del inmueble número 72 de la Rambla Nova de Tarragona con el resultado de cinco muertos: cuatro miembros de una familia (la madre y tres niños, el menor de los cuales, de un mes y medio, falleció ayer en San Juan de Dios) y la persona que residía en el tercer piso, donde se produjo la deflagración. La investigación parte de la base de que el siniestro fue debido a una fuga de gas, aunque se desconoce si fue accidental o intencionada. "Hay varias hipótesis, pero hasta que los técnicos examinen la vivienda no podemos adelantar nada", dijo Olga Lanau, directora general de Emergencias de la Generalitat.

El padre y esposo de los muertos sobrevivió porque olió a gas y salió del piso para averiguar el origen del olor. "Posiblemente el hecho de encender la luz de la escalera actuó como detonante de la explosión", manifestaron fuentes policiales.

A las tres de la tarde de ayer fue localizado el cadáver de Josep Biendicho Vidal, de 47 años, quien desde hacía dos días vivía en la casa donde se produjo el estallido, en la tercera planta. "Se encontraba en un sofá, en posición natural, y hasta que se le practique la autopsia no sabremos si murió en el siniestro o si había fallecido antes por otras causas", indicó Lanau.

El piso era de su cuñado, que se lo había cedido. Algunos vecinos dijeron que se trasladó al edificio tras separarse de su mujer. Un familiar explicó que Biendicho, que había sido profesor en institutos de Salou y Riudoms pero ya no ejercía, "no había sufrido depresiones ni tenía antecedentes de problemas psicológicos". El alcalde en funciones de Tarragona, Francesc Ricomá, no descartó que la explosión se produjera por un suicidio. "No niego que es un rumor y una hipótesis, pero nosotros sólo atendemos a las pruebas objetivas que aporte la policía científica", declaró a Tarragona Radio.

De los siete heridos, sólo dos permanecían ingresados en el hospital. Uno de ellos es un turista alemán de 53 años que pasaba por el lugar y fue golpeado por los cascotes, y el otro es un hombre de 41 años que le acompañaba.