Irán negó ayer que fuera a ejecutar por lapidación a una mujer acusada de adulterio, tal y como había denunciado el abogado de la víctima y organizaciones de derechos humanos que aseguraron que la aplicación de la sentencia iba a ser "inminente". En un comunicado hecho público ayer por el diario británico The Times , la embajada iraní en Londres calificó de "falsa" la información y aseguró que "este tipo de castigo apenas se ha aplicado en Irán" y que la lapidación no está contemplada en el proyecto de Código Penal que discute el Parlamento del país.

El texto, sin embargo, no ha tranquilizado a los familiares de la condenada, Sakineh Mohammadi-Ashtiani, de 43 años. "El comunicado comporta ciertas ambigüedades", afirmó el abogado de Ashtiani, el iraní Mohamad Mostafavi. "No dice si la pena ha sido reemplazada por otra, si mi clienta será liberada o si habrá otro juicio", afirmó el letrado, quien dijo además que las autoridades no se habían puesto en contacto con él para notificarle la decisión.

"En el pasado hemos visto que las personas condenadas a lapidación han acabado siendo ejecutados a la horca", afirmó, por su lado, Drewery Dike, de Amnistía Internacional en Londres.

Ashtiani fue sentenciada en un primer juicio en marzo del 2006 por un tribunal de Azerbaiyán Oriental, por mantener "relaciones ilícitas" con otros hombres después de fallecer su marido. La pena impuesta, que ya se ha cumplido, fue de 99 latigazos. Meses después, en otro juicio abierto para juzgar al presunto asesino de su marido, otro tribunal reabrió su caso y acusó de mantener relaciones adulteras con dos hombres mientras su marido vivía. A pesar de que aseguró que fue forzada a confesar, el tribunal la condenó.

La ley islámica vigente en Irán prevé en estos casos la pena de muerte por lapidación. Las armas de la ejecución son piedras que son cuidadosamente escogidas ya que deben evitar que la víctima muera de inmediato y así prolongar la agonía.

El hijo de Ashtiani, Sajad Ghadarzade, de 22 años, negó las acusaciones contra su madre, que lleva cinco años en prisión, y lamentó que las autoridades iranís hayan hecho oídos sordos a los llamados de clemencia. En declaraciones de la CNN, Ghadarzade dijo que cada lunes visita a su madre en la cárcel y que nunca sabe si será la última vez.

REACCIONES La denuncia del abogado y de las organizaciones de derechos humanos recorrió el mundo. El Gobierno de EEUU, a través del portavoz Mark Toner calificó la lapidación de "acto bárbaro y abominable" y el ministro de Exteriores británico, William Hague, de "castigo medieval que no tiene cabida en el mundo moderno". También David Hare, Robert Redford, Emma Thompson y Juliette Binoche.