Por primera vez en 20 años, un oso polar atravesó los 300 kilómetros que separan el sureste de Groenlandia de Islandia. Probablemente, hizo parte de la travesía sobre un iceberg, y el resto, a nado. Sin embargo, su hazaña no pareció conmover a las autoridades, ya que fue abatido a tiros por la policía local.