Con tantas idas y venidas, rumores de separación y apariciones conjuntas que demuestran lo contrario, casi se había olvidado que Jennifer López y Ben Affleck (en la foto, el pasado mayo en Los Angeles) son una pareja comprometida con la tarea, aún pendiente, de pasar por el altar. Por fin, y si se hace caso a sus "amigos", que han hablado con el diario neoyorquino Daily News , ya se puede marcar una fecha en el calendario para el acontecimiento: el domingo 14 de septiembre.

Cuando se ha pedido una confirmación, los representantes de la pareja se han escudado en el manido "sin comentarios", insuficiente para detener la maquinaria mediática prenupcial. La revista US Weekly , citando "fuentes" anónimas, asegura que unas 400 personas ya han recibido por teléfono la invitación a la ceremonia, que se celebrará en un viñedo cerca de Santa Bárbara (California), lejos de las ciudades natales de los novios: Nueva York en el caso de ella, Boston, en el de él. El resto de los detalles se entregarán en mano a los invitados cuatro días antes de la boda.

Según US Weekly, el hotel Four Seasons Biltmore de Santa Bárbara se encargará de alimentar y regar a los comensales, una posibilidad que se sustenta en la visita que hace dos semanas López y Affleck hicieron al restaurante del hotel. La revista también afirma que Casey Affleck, hermano de Ben, será su padrino en una ceremonia a la que está previsto que asistan, entre otros, Matt Damon, Carrie Fisher, Bruce Willis, Mathew Perry y Alec Baldwin.

Jennnifer lucirá para la ocasión un vestido de Vera Wang, una diseñadora estadounidense especializada en trajes de novia.