Hay estrellas que buscan mansiones con muchos garajes para aparcar su escudería de coches. Sin embargo, la pasión aeronáutica de John Travolta le ha llevado a adquirir en Florida, por 2,14 millones de euros (350 millones de pesetas), una finca que tiene dos hangares donde guardar dos de sus aviones. Los aparatos no son pequeños. Uno es el Boeing 707 con el que dio la vuelta al mundo. El otro, un lujoso jet Gulfstream.

La casa, en una urbanización de superlujo, al parecer también supersónica, tiene acceso a una pista común para el despegue y aterrizaje de los aviones. "Lo mejor es que puedo tener aparcados mis aviones en el patio trasero", comenta jocoso Travolta, que es piloto profesional. Para completar el capricho, el artista se ha hecho construir en la casa un estudio con instrumentos aeronáuticos a modo de torre de control.