TAt veces, los partidos y los sindicatos proponen y las bases y los simpatizantes disponen. En una reciente asamblea regional de CCOO, la ejecutiva propuso una resolución que recogía la apuesta del sindicato por el republicanismo en plena vorágine de la boda de Felipe de Borbón y el 60% de las bases dijo que nones, que a ellos les iba la marcha monárquica. Algo semejante está sucediendo con el PSOE y el PP en dos temas que son estrella electoral.

El PP ha decidido arrojar una sombra de duda sobre todos los procesos de oposición ofreciendo asistencia jurídica a quienes no estén conformes con el desarrollo de su prueba para acceder a un puesto en la administración autonómica. La verdad es que yo nunca había encontrado tanta indignación entre los votantes conservadores contra su partido natural como en este caso de la publicidad opositora .

No se salvan los socialistas de estas contradicciones. Aunque su espina es ya más clásica y más uniprovincial que regional. Se trata de esa sensación que existe en la izquierda cacereña de que la provincia del norte sufre cierta marginación. No creo mucho en esas disputas localistas, pero el tema de la autovía Cáceres-Badajoz y las últimas noticias sobre nuevas industrias en la región tienen a los votantes de izquierda cacereños mordiéndose la lengua. Menos mal que ha llegado José Bono al Cimov y ha remediado la situación. Para la revista Tiempo , el ministro es el Napoleón de la Mancha. Para los cacereños se ha convertido en José Bono El Bueno .

*Periodista