Un joven de 21 años falleció ayer a causa de los disparos efectuados por una patrulla de la Guardia Civil, a uno de cuyos agentes atropelló. Un compañero de la víctima logró huir y otro fue detenido. En el coche, los agentes encontraron mucho dinero en efectIvo y herramientas para cometer robos.

Según la versión de la Guardia Civil, la Policía Local de Calasparra (Murcia) recibió el aviso de una vecina que acababa de ver cómo, a las cinco de la madrugada, tres personas encapuchadas huían en un coche tras haber robado en el interior de un bar cuya puerta forzaron.

Poco después, a las 05.27 horas, una patrulla de la Guardia Civil localizó un vehículo sospechoso en el que viajaban tres personas en la gasolinera de Ascoy, a unos 35 kilómetros de Calasparra. Los guardias se acercaron hasta el coche para darle el alto, pero, según la misma versión, el vehículo sospechoso aceleró y atropelló a uno de los agentes, que sufrió traumatismos y contusiones.

Los agentes dispararon entonces contra el coche con sus armas reglamentarias. El vehículo avanzó unos metros hasta chocar contra la mediana de la carretera. Según el atestado policial, uno de los ocupantes huyó corriendo. Otro, de 17 años, lo intentó, pero fue detenido. Y el tercero, el conductor, falleció.

La víctima mortal es F. J. L. S., de 21 años, que había sido detenido en 12 ocasiones por diferentes delitos, la mayoría robos. El joven, residente en Torrevieja (Alicante), al igual que sus compañeros, recibió un disparo en el costado, que le causó la muerte. El menor detenido tiene antecedentes policiales. Ha sido arrestado en otras cuatro ocasiones.