Un anillo de plata con una piedra negra engarzada fue la pista que hizo posible ayer que el jefe y al exnovio de Sara Alonso identificaran el cadáver encontrado el sábado en Vigo como el de la joven desaparecida hace ya tres semanas. La víctima, que tenía 24 años, fue hallada desnuda y con las manos atadas debajo de una lancha neumática.

El propietario de una finca dedicada a la cría de caballos situada cerca del Instituto Oceanográfico de Vigo encontró el cuerpo mientras paseaba. La juez de instrucción ordenó el levantamiento del cadáver y su identificación, que resultó complicada porque estaba muy descompuesto. Los investigadores sospechan que el homicida pudo arrojar alguna sustancia sobre el cadáver.

Sara Alonso trabajaba como camarera. Su rastro se perdió en la madrugada del 25 de septiembre tras despedirse de unos amigos a los que dijo que cogería un taxi.

TRAGICO ALIVIO Familiares y amigos se movilizaron para buscarla y empapelaron la ciudad de carteles con su foto. También organizaron manifestaciones, la última ayer, tras confirmarse su fallecimiento, y en la que se exhibió una pancarta con el lema Malditos agresores.