Ha sido un trabajo duro, bastante duro, donde ha habido, sobre todo, problemas con el material y con la tremenda falta de coordinación". De esta manera, resumía el director del instituto Santiago Apóstol, Manuel Leyguarda, el trabajo que quince de sus alumnos y él mismo han desarrollado durante dos días en la playa de Ancoradoira, en la localidad coruñesa de Muros.

La expedición almendralejense partía el pasado viernes a las 9.00 horas hacia esta población gallega. Allí, el director y varios profesores del instituto Fontexería, con el que el centro de Almendralejo realiza intercambios, acogieron en su pisos de su propiedad a los estudiantes.

DIFICULTADES

Los voluntarios extremeños comenzaron a trabajar en turnos de nueve horas, retirando chapapote , es decir, los restos de fuel de las costas. Uno de estos chicos, Miguel Sánchez, explica que "el olor del crudo era muy fuerte, levantaba dolor de cabeza e incluso podía marearte, por ello usábamos las mascarillas".

El modo de operar era sencillo, "recogíamos el fuel con palas -apuntó Sánchez-, de ahí a unos esportones que teníamos y luego a los contenedores".

Los jóvenes llegaron el lunes a Almendralejo, tras unas doce horas de autobús, y reconocen que, aunque han trabajado duro y muy gratificantes para ellos, "la zona que limpiábamos volvía a estar negra a la mañana siguiente, allí hay mucho trabajo por hacer aún", aseveró el propio Miguel Sánchez.