Apenas media hora estuvo este martes ante el juez Juana Rivas, la madre de Granada que estuvo huida para evitar devolver a sus hijos a un padre condenado por maltrato. Estaba citada para responder en la vía penal por la supuesta sustracción de los menores que el padre denunció. Sin embargo, sus abogados reprochan la “indefensión” judicial de Rivas porque el juez no ha querido tener en cuenta la situación de violencia machista que rodeó la vida de Juana y que la motivó a escapar con sus hijos. Por este motivo, han solicitado ayuda a la justicia para poder contactar los niños, que ahora residen en Italia con su progenitor y con los que no ha podido hablar desde la pasada semana.

Tras su huida y su posterior entrega cuando uno tras otro los tribunales fueron fallando en su contra, la estrategia de Rivas ha cambiado, empezando por el equipo de abogados que debían afrontar la acusación de un delito de sustracción de menores y otro de desobediencia a la administración de justicia. La mujer, que no ha hecho declaraciones a los medios de comunicación y decía encontrarse “muy mal”, acudió con el rostro descompuesto y apoyada en un par de familiares y amigos. Tras declararse inocente de los cargos, solo ha respondido a las preguntas de sus letrados, no así al de resto de partes implicadas, para defender que actuó únicamente para proteger a sus hijos menores de edad.

En este sentido, su abogado reprochó que la jueza determinase que la comparecencia se debía centrar exclusivamente en los supuestos delitos de desobediencia judicial y sustracción de menores por los que se abrió este procedimiento, lo que a su juicio “cercena nuestro derecho a la defensa y genera indefensión” a la madre granadina al entender que es clave el esclarecimiento del entorno en el que se produjo la huida. Así, la jueza rechazó que los abogados intentaran enmarcar el proceso en un caso fruto de la violencia machista que la mujer sufrió en los años de convivencia matrimonial, dado que Rivas denunció a su ex marido por malos tratos nada más llegar a España y posteriormente amplió la denuncia que está siendo tramitada en otro juzgado de Granada. Además, recordaron que la ex pareja de Rivas, Francesco Arcuri, fue condenado en 2009 por una agresión hacia ella.

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Asimismo, el abogado ha puesto el acento en la falta de comunicación existente desde que los menores regresaron a Italia con su padre. Según han relatado, la mujer lleva varios días intentando contactar con ellos sin éxito, por lo que han aportado a la causa una copia de los mensajes y llamadas realizados sin respuesta. Además, la defensa de Rivas ha solicitado en los juzgados italianos la apertura de un “procedimiento de inaudita parte urgente” para establecer un régimen de comunicaciones regulares con los menores, de 11 y 3 años, aunque sea por videoconferencia. Un procedimiento, ha indicado, que no requiere el visto bueno de la otra parte.

Al término de su declaración, el juzgado no ha impuesto ninguna medida cautelar, por lo que Rivas sigue en situación de “libertad provisional” e investigada por la sustracion de los niños y desobediencia a la justicia, unos delitos castigados con entre dos y cinco años de cárcel y la inhabilitación para la patria potestad durante un periodo de tiempo.

La comparecencia de Juana Rivas se produce después de que la pasada semana fueran citados a declarar sus familiares más cercanos y algunos amigos, como la asesora jurídica y la psicológa del Centro de la Mujer de Maracena, Francisca Granados y María Teresa Sanz, a los que se investiga como supuestos colaboradores en el delito de sustracción de menores que se investiga. Todos ellos se acogieron a su derecho a no declarar, aunque ni fiscalía ni juez adoptaron medidas cautelares en su contra.