El magistrado sustituto del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Alicante ha retirado una orden de alejamiento a una madre que maltrató psíquica y físicamente a su hija de 10 años. La mujer, además, tiene abierta una causa similar con otro hijo pequeño. El juez argumentó su veredicto en que "lo único que siempre queda es la familia" y pidió "a Dios" que le ayudara a tomar la decisión correcta.

Como la hija accedió a ver a su madre siempre que no tuviera que dormir con ella, el juez cree oportuno que ambas puedan encontrarse un sábado de cada dos. Sin embargo, no ha tenido en cuenta que cuatro días antes otra juez prorrogó la orden de alejamiento o que la niña haya expresado también su temor a que su progenitora repitiera los golpes e insultos que en otra ocasión le propinó.

"Pido a Dios que me asista en el cumplimiento de mi deber. A pesar de las dos órdenes de alejamiento, no se puede privar a los hijos de su madre porque lo único que siempre nos queda es la familia". Son frases extraídas del auto firmado por el juez Alfonso Rossi de Barbazzale y Carreño, quien cree que su tarea es "entre otras, suavizar la ley dentro de las relaciones dolorosas a fin de que se pueda progresar en la búsqueda de una reconciliación". El Tribunal Superior de Justicia anunció que estudiará el caso, pero el presidente de la Audiencia dijo que solo adoptarán medidas disciplinares.