El juez de Familia de Sevilla ha ordenado ampliar en un día y medio la estancia de un niño de 12 años con su padre --divorciado-- para garantizar así su salida en una procesión de la madrugá sevillana, lo que para él es "sumamente trascendente".

El juez de Familia número 7, ha dicho que son "incomprensibles" los "obstáculos" que pone la madre del menor, que en virtud del reparto de las vacaciones escolares debe llevarlo en la madrugada del Viernes Santo a la iglesia donde saldrá de paje.

La madre, a través de su abogado, puso como condición para que su hijo salga en la procesión conocer previamente los estatutos de la cofradía, horario del recorrido, vestuario del niño, comida que recibirá y persona responsable de su "integridad".

"SUMAMENTE IMPORTANTE Y TRASCENDENTE"

Fuentes del caso han explicado que el abuelo paterno del niño acudió con él ante el juez de Familia, que recoge en su auto que para el menor la procesión es una actividad "sumamente importante y trascendente, y para la que durante todo el año se prepara con ilusión y entusiasmo".

Por ello, el juez ha afirmado que "resulta incomprensible que cualquiera de sus progenitores siempre ponga obstáculos a lo que constituye su inequívoco y evidente deseo, que ha expresado sin paliativos".

El magistrado Francisco Serrano ha añadido que no hay "justificación alguna" a la "preocupación excesiva" que demuestra la madre, que solo tiene como precedente a la mujer que denunció que su exesposo llevaba a su hijo a correr las fiestas de San Fermín en Pamplona.