El juez que investiga la desaparición y muerte de la joven Marta del Castillo dictó ayer un auto de juicio oral contra los cuatro acusados que son mayores de edad, remitió el caso a un jurado e imputó al asesino confeso, Miguel Carcaño, dos delitos de violación y uno de asesinato.

En un auto de cincuenta folios, notificado personalmente a los acusados, el juez mantiene el relato de hechos ocurridos el 24 de enero de 2009 en un piso de Sevilla y su última interpretación de que el cadáver de Marta no fue sacado entre las 20.30 y 21.30 horas, como afirmó el asesino confeso, sino "pasadas con suficiencia las 2 horas de la madrugada" del día siguiente.

El juez impone a cada acusado una fianza de 250.000 euros para hacer frente a sus futuras responsabilidades económicas, mantiene la prisión incondicional para Miguel y recoge la "natural frustración" de los investigadores por no haber podido encontrar aún el cuerpo de Marta.

El juez relata que Marta, Miguel y Javier G.M., de 15 años -procesado en el Juzgado de Menores- coincidieron en el piso de la calle León XIII de Sevilla, donde los dos varones consumieron hachís y combinados de ron, con lo que "alcanzaron un estado de euforia, sin perder nunca el control de sus actos", según el auto al que ha tenido acceso Efe.

En un cierto momento, Marta le negó un beso a Miguel, ante lo que éste, encolerizado, le dio un puñetazo en la cara que hizo sangrar a la víctima y que fue seguido por golpes de ambos chicos.

Tras ello, ambos la trasladaron al dormitorio, la desnudaron, le introdujeron uno de sus calcetines en la boca y primero fue violada por Miguel mientras el menor de edad la amenazaba con una navaja tipo mariposa, y luego fue violada por el menor, pese a que la víctima "lloraba y suplicaba".

Luego le ataron las manos a la espalda con cinta aislante, le colocaron el cable de una alargadera en torno al cuello y "tiraron de él con fuerza" hasta que la joven de 17 años falleció, hecho que comprobaron aplicándole un tensiómetro.

Dice el juez de instrucción 4 que hay "indicios sólidos objetivos" de que el traslado del cadáver a un lugar "que aún se ignora" se produjo "rondando las 2 horas de la siguiente madrugada" en un coche Volkswagen Polo propiedad de la madre de Javier G.M., con ayuda de su amigo común Samuel Benítez Pérez, a quien telefonearon.

Estos tres jóvenes, junto Francisco Javier Delgado, hermano de Miguel que llegó después al piso, envolvieron el cuerpo en una manta o similar y lo sacaron colocado sobre los reposabrazos de una silla de ruedas con la que fueron vistos por dos testigos en torno a la 1.30 horas y luego a las 2 horas. Antes de marcharse, los acusados "limpiaron concienzudamente las huellas y vestigios de lo acaecido" y tiraron la navaja en un sumidero de aguas, precisa el juez.

El juez recoge que los gastos de búsqueda del cuerpo en el río Guadalquivir, en un vertedero de basuras y el un descampado han costado al Estado 616.319 euros.

La cuarta acusada es María García Mendaro, novia de Francisco Javier, que estuvo estudiando en el piso aunque el auto recoge que "era ajena a lo que acontecía".

El auto imputa al asesino confeso dos delitos de violación, uno de asesinato, un delito contra la integridad moral de los padres de Marta y otro de profanación de cadáveres. Estos dos últimos delitos se imputan también a los otros tres acusados, junto a uno de encubrimiento.

Según el auto, las "reiteradas mendacidades" de Carcaño sobre lo ocurrido, junto al silencio de los demás acusados, ha creado en los padres "una situación de angustia permanente" y un "desmesurado sufrimiento".