El Tribunal de Apelación de la Audiencia Provincial de Milán autorizó el martes a Beppino Englaro a interrumpir la hidratación y alimentación forzada que mantiene con vida a su hija Eluana, que lleva 16 años en estado vegetativo a causa de un accidente de tráfico. El fallo pone fin a una larga batalla legal iniciada en 1999, cuando el hombre reclamó en los juzgados la suspensión del tratamiento para que su hija pudiera morir.El Vaticano expresó su rechazo a la sentencia, que justifica "de hecho un acto de eutanasia".

En el 2005, un tribunal consideró "inadmisible" la solicitud de Beppino Englaro, pero dos años después el Tribunal Supremo ordenó repetir el juicio al entender que el corte de la alimentación se podía autorizar en dos supuestos: "Que se pruebe que se trata de un estado vegetativo irreversible y que se compruebe que Eluana habría preferido no continuar el tratamiento".

El fallo del Tribunal de Apelación de Milán sostiene ahora que la decisión de interrumpir el tratamiento es "inevitable", una vez comprobada "la duración del estado vegetativo permanente" de Eluana. El juez Filippo Lamanna señala que la visión que la joven tenía de la vida es "irreconciliable" con la supervivencia "solo biológica de su cuerpo".