Una juez de Barcelona ha condenado a dos años de prisión a un agresor sexual reincidente por considerar que la víctima no fue objeto de una especial vejación cuando el acusado le manoseó los pechos y eyaculó ante ella en un ascensor. El fiscal reclamaba tres años y ocho meses de privación de libertad para el inculpado y la acusación particular, que actuaba en nombre de la mujer agredida, 12 años de cárcel.

De acuerdo con la sentencia, en la acción de Manuel Lázaro Camero "no concurren condiciones de palabra y obra especialmente vejatorias para la víctima". A pesar de ello, la juez le prohíbe acercarse al lugar de residencia de la mujer, a la que amenazó, por su "potencial peligrosidad". y admite que lo sucedido "ha causado mella psicológica en ella".

FALSO VECINO

Los hechos se remontan a las 5.30 horas del 19 de enero pasado, cuando el agresor, aprovechando que la mujer entraba en el portal del edificio de Barcelona en el que reside, simuló sacar unas llaves y ser un vecino del inmueble para acceder al interior del mismo junto a ella.

Una vez en el interior del ascensor, Lázaro Camero exigió a la mujer que le entregara cinco euros "para coger el tren", petición a la que ella accedió por temor. A continuación, y según la sentencia, el hombre le conminó a darle un beso --"como los que das a tu novio", le dijo-- y al negarse, le cogió la cabeza entre sus manos y la besó mientras le insistía en que no chillase ni le denunciase porque sabía dónde vivía y regresaría para matarla.

El agresor reclamó posteriormente una felación, a lo que la mujer se negó indicándole que "vomitaría". El hombre comenzó entonces a manosearle los pechos a pesar de las súplicas de la agredida, que rompió a llorar. Antes de marcharse, el acusado se masturbó en presencia de la chica hasta eyacular.