El ministerio fiscal pidió formalmente que se citara a declarar al doctor Josep Maria Gil-Vernet, urólogo del rey Juan Carlos durante casi dos décadas, sobre el robo del expediente médico del Monarca de su consulta, pero la juez lo denegó. La actuación que había abierto el Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona se refería a unas coacciones en un conflicto laboral en la Clínica San Josep. Con ese dato, la titular, Cristina Ferrando, argumentó que lo sucedido con el expediente médico no era el objeto del caso, pese a que se aludía a su ausencia en un acta notarial enviada al juzgado.

En un auto hecho público ayer, la magistrada desestima ahora el recurso del doctor contra el sobreseimiento provisional del delito de coacciones, y ordena que se incoe un juicio de faltas a un trabajador acusado de poner silicona en una de las cerraduras de la clínica.

En el marco de un enfrentamiento laboral con los trabajadores tras la quiebra de la clínica, a principios del 2003, el profesor Gil-Vernet encontró el acceso a su consulta cerrado con cadenas y unas pintadas amenazadoras. El urólogo presentó denuncia por un delito de coacciones.