Calma tensa en el municipio granadino de Jun. El juez de instrucción ordenó ayer el desalojo de los veinte ocupantes ilegales de los bloques 4, 6 y 8 de la avenida de Granada, tras constatar que ninguna de las familias recién llegadas tienen documentos que acrediten su vinculación con las viviendas. Los okupas tienen que abandonar los pisos de forma inmediata, dejándolos en buenas condiciones, ya que, si no lo hacen, serán desalojados a la fuerza por la Guardia Civil, lo que prodría ocurrir hoy por la mañana. Horas antes de esta decisión, un centenar de personas volvió a concentrarse ante las puertas del consistorio para respaldar al alcalde y exigir a los intrusos que se vayan.

Los ocupantes explicaron al juez los motivos de su actuación y reclamaron su necesidad de una vivienda. La mayoría de las declaraciones de intrusos y vecinos legales coinciden en que la ocupación se realizó de manera pacífica y sin amenazas, ya que las familias de etnia gitana ocuparon pisos que llevaban varios años deshabitados.

Estas familias contaron que llegaron a Jun porque en el barrio donde residían antes --el polígono Cartuja en Granada capital-- empezó a correr el rumor de que había casas vacías. "Quitamos los escombros, limpiamos y pintamos un poco para ponerlas en condiciones, porque en mi barrio, con todo eso de la droga y mis hijos, no podía seguir", explicó Mari Carmen. Como el resto de ocupantes, dijo estar dispuesta a pagar un alquiler por quedarse allí. "Si nos echan, otros sí tienen un sitio, pero nosotros estamos en la calle".

Otro intruso, Juan, pidió que se les ofrezca "una solución y un techo", y aseguró que tiene "un poco de miedo por el clima de racismo que se está creando, ya que en la concentración del martes a las puertas del consistorio se lanzaron gritos contra los gitanos y la delincuencia".

QUIEREN ALQUILARLAS Conocidos de las familias intrusas que acudieron ayer a Jun aseguraron que las viviendas llevan 27 años vacías, y que en varias ocasiones han solicitado al ayuntamiento que se las alquile, aunque sin resultado. Explicaron que no es la primera ocupación ilegal que se produce en esos bloques y, según contaron a Efe, alguna de las familias gitanas han sido engañadas por "tres o cuatro cabecillas de La Cartuja el barrio de donde proceden" que, a cambio de una cantidad de dinero relativamente pequeña y sintiéndose respaldados por el supuesto anuncio del Gobierno de expropiar pisos vacíos, "han engañado al resto, haciéndoles creer que podían hacerse con los pisos" sin tener el permiso de los propietarios de las viviendas.