La investigación por los crímenes ocurridos en el geriátrico La Caritat de Olot (Garrrotxa) todavía no se ha cerrado. El juez que instruye el proceso ha ordenado exhumar ocho cuerpos de ancianos fallecidos este año en el asilo coincidiendo con días festivos y fines de semana, las mismas jornadas en las que trabajaba Joan Vila, el celador que fue encarcelado el 21 de octubre tras confesar que había asesinado a tres internas para evitarles sufrimientos. El forense examinará los cuerpos de los fallecidos.

Las exhumaciones se llevarán a cabo mañana, a primera hora, en los cementerios de tres poblaciones de la Garrotxa (Olot, Sant Salvador de Bianya y Castellfollit de la Roca), según ha informado el diario El Punt . Son cuatro hombres y cuatro mujeres que fallecieron de forma repentina, sin que sus defunciones, que fueron certificadas por el médico de guardia como naturales, estuvieran directamente relacionadas con las enfermedades que padecían, en la mayoría asociadas a su avanzada edad.

SOLICITUD DEL FISCAL El abogado del celador, Carles Monguilod, explicó ayer que la decisión obedece a la petición que realizó el fiscal al inicio de la instrucción. "Era algo que ya sabíamos, solo estábamos pendientes de concretar cuántos cuerpos se exhumarían. Es normal que el juez quiera investigar todas las posibilidades, pero yo sigo creyendo a mi defendido, porque la pena que se le impondrá no variará en el supuesto de que se confirmen más muertes", dijo.

Joan Vila confesó en el juzgado que había acabado con la vida de tres mujeres envenenándolas con un líquido tóxico y corrosivo que podría ser lejía. Durante su declaración explicó que lo había hecho para evitarles sufrimientos y para darles la "plenitud". El detenido aseguró que no había matado a nadie más, pero los investigadores quieren averiguar si hubo algún caso más en los últimos meses. En lo que llevamos de año, han muerto 15 ancianos en el geriátrico La Caritat, 12 de ellos coincidiendo con los turnos en los que trabajaba el celador encarcelado.