La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Pozoblanco, Eva Sesma, ha dictado medidas cautelares contra cuatro miembros de 'La manada' que están imputados por un caso de abusos a una joven en la localidad cordobesa dos meses antes de que los mismos individuos y uno más agredieran sexualmente a una chica en los Sanfermines del 2016. La jueza ordena a estos sujetos que no se acerquen a 500 metros de la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar frecuentado por ella.

La jueza también prohíbe a los investigados establecer cualquier tipo de comunicación con la víctima, ni directamente ni a través de terceras personas. Y mantiene este veto aun cuando la propia víctima accediera a hablar con ellos.

El caso de Pozoblanco salió a la luz pública después de conocerse los hechos de los Sanfermines del 2016, por los que los miembros de 'La manada' fueron condenados a nueve años de cárcel por abusos sexuales pero no por violación, lo que desató una fuerte ola de indignación en toda España que se vio avivada la semana pasada después de que el tribunal de la Audiencia de Navarra decretara la libertad provisional para los condenados dado que la sentencia no es firme y entiende que no cabe la posibilidad de que reincidan.

Ha sido precisamente a raíz de esa decisión de dejar libres a los condenados por lo que ha actuado la jueza de Pozoblanco. En este caso, cuatro de los miembros de 'la Manada' (Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero, Antonio Manuel Guerrero y José Ángel Prenda) se enfrentan a un máximo de tres años de cárcel después de grabar dos vídeos con tocamientos a la víctima durante las fiestas de la localidad y compartirlos en dos grupos de Whatsapp.