Dibujó un corazón en su agenda. Su nombre a un lado. Al otro, el de una chica. Era su amor adolescente, su secreto. Sin embargo, alguien que no debía vio ese dibujo y para ella comenzó un auténtico infierno. Durante semanas, Y. B. fue víctima de bullying (acoso escolar) homófobo por parte de siete compañeras de clase que presuntamente la atacaban por su orientación sexual. Pese a que cuatro de ellas solo tenían 14 años y las otras tres, 13, esas jóvenes la insultaban y le hacían constantemente el vacío en clase y el patio.

Y eso era en el interior del IES Vallés, el instituto de Sabadell en que estudiaba. En el exterior, era mucho peor. En una ocasión, la acorralaron en un parque cercano y llegaron a apagarle tres cigarrillos encendidos en la espalda. Otro día la amenazaron con una navaja. El acoso ni siquiera terminó cuando su madre decidió cambiarla de instituto. Las jóvenes continuaban yendo a casa de la víctima a amenazarla e insultarla, lo que obligó a su familia cambiarse de vivienda.

Ese hostigamiento, que fue denunciado por la madre de la víctima a los Mossos d´Esquadra en noviembre del 2007, ha desembocado en el primer juicio que se celebra en España por acoso escolar homófobo. En el proceso, que tuvo lugar ayer en el juzgado número 6 de menores de la Ciutat de la Justícia, se juzga a las cuatro jóvenes que tenían más de 13 años cuando sucedieron los hechos. Las otras tres no han podido ser imputadas por ser, en ese momento, menores de esa edad.

En la vista, que duró ocho horas, la víctima declaró protegida por una mampara para no ver a sus presuntas agresoras. La joven, que mantuvo la entereza, no pudo reprimir unas lágrimas al final de su declaración.

Además, se se interrogó a las cuatro acusadas y la juez preguntó a un perito judicial, que afirmó que, en su opinión, lo sucedido se correspondía con un caso de acoso escolar por homofobia.