Julio Aparicio ya está fuera de peligro, después de la terrible cornada que sufrió el viernes toreando en Las Ventas, superados definitivamente los primeros momentos de pánico y desconcierto, ahora con la alegría y la esperanza de que todo podrá seguir siendo igual para él en la vida, como hombre y como torero.

El dolor sigue ahí, pero ya ha desaparecido la sombra de la tragedia. Ese era el clima que se respiraba en el ambiente de su entorno a mediodía, una vez que se supo que "la operación (la segunda, de madrugada y por espacio de casi seis horas) ha ido bien", según los médicos.

Aparicio está en la UCI del 12 de Octubre, consciente y manteniendo sus constantes vitales. Esa noticia al amanecer condensaba el optimismo y la ilusión frente a la zozobra de la madrugada.

Y desde luego ha empezado ya la cuenta atrás de su mejoría. Lo contaba también su mozo de espadas, Francisco José García. "Hemos entrado a la UCI a verle su hermana Pilar y yo. No habla pero en su expresión nos ha transmitido tranquilidad. Está consciente y sereno. Los grandes toreros son así", explicó.