Sólo Marbella podía hacer que Julio Iglesias dejara por unas horas su reclusión en la cercana Ojén para cantar para 2.500 personas, invitadas personalmente por una importante constructora de la zona. La excusa para interrumpir sus vacaciones y ofrecer su único concierto veraniego en España era la presentación de una promoción de viviendas de superlujo en el entorno marbellí (a 700.000 euros el apartamento) que serán apadrinadas por el cantante (en la foto de la derecha, actuando) con la intención de consolidar el proyecto y, si es posible, que le regalen uno de los "modestos pisitos", bromeó en la rueda de prensa.

Los organizadores quisieron que el viernes "todo el que fuera alguien en Marbella estuviera por allí", dijo el responsable de la promotora. Y lo lograron.

DE SANZ A PITITA Los empresarios Lorenzo Sanz (expresidente del Madrid), Juan José Hidalgo y la reina de la noche marbellí, Olivia Valere, estuvieron en la singular fiesta. Allí alternaron desde directivos de bancos y cajas de ahorros hasta periodistas como Rosa Villacastín, Fernando Onega y José Ramón de la Morena; la modelo Estefanía Luyk; el torero José Tomás; la prima del Príncipe María Zurita; Jesús Gil junior y Pitita Ridruejo.

Pero, sin duda, las caras más buscadas fueron los familiares del cantante. Muchos de los invitados no pararon de dar vueltas intentando avistar a Miranda (a la izquierda, en la foto superior) y al doctor Iglesias Puga, Papuchi. Sobre las 23.45 horas, la primera Iglesias que se dejó ver fue Ronna (a la izquierda, abajo) la esposa del ginecólogo, que ante el acoso de la prensa se sentó en una discreta tercera fila. Miranda, por su parte, se escondió en la novena hilera.