La playa de El Algarrobico (Almería) recuperará su fisonomía natural tras el anuncio de la Junta de Andalucía de ejercer el derecho de retracto y adquirir las dos fincas en las que se construye el polémico hotel de 20 plantas a apenas 50 metros de la orilla y en la entrada del parque natural Cabo de Gata. El presidente andaluz, Manuel Chaves, ha reiterado que la intención es que el paraje "quede como ante de las obras" y resaltó que desaparecerá "un símbolo de la destrucción del litoral andaluz". La empresa ya ha planteado que recurrirá a los tribunales.

La adquisición de las parcelas, en trámite de expropiación por el Gobierno, se produce a raíz del expediente de deslinde del Ministerio de Medio Ambiente para comprobar si invadía dominio público. Las autoridades comprobaron que ambas parcelas --la que ocupa el hotel y otra colindante-- fueron objeto de una transmisión patrimonial en

1999. Pese a la obligación legal de comunicarlo al ser espacio protegido, la operación no fue notificada a las autoridades para que no ejercieran el derecho de retracto que ahora usan.

A partir del precio escriturado, la Junta ha tasado las dos parcelas en 2,3 millones, cantidad que será consignada a finales de este mes o a principios del próximo. En ese momento, los terrenos pasarán a ser de titularidad pública y la empresa propietaria, Azata, no podrá ni continuar las obras del hotel ni inaugurarlo a comienzos de la temporada veraniega, como estaba previsto. Los trabajos estaban ya paralizados cautelarmente desde febrero por un juzgado de Almería tras una denuncia por la licencia de obras presentada por Salvemos Mojácar.

Manuel Chaves no quiso dar plazos para la demolición del hotel, ante la posibilidad de que la empresa recurra por vía judicial. "Se abriría un proceso legal muy complejo, en el que habrá muchas resistencias por parte de aquellos que no tienen obligación de defender la legalidad ambiental", pronosticó Chaves.

La empresa promotora, Azata SL, anunció que recurrirá a los tribunales porque tienen un compromiso con el pueblo de Carboneras para sacar adelante el hotel y todo el desarrollo urbanístico de El Algarrobico, y destacó que, tras la adquisición de las fincas, el Ejecutivo andaluz tendrá que indemnizar por las edificaciones que se derriben.

Este proceso de compensación, demolición del hotel y restauración del paraje, costará unos 300 millones de euros a la Junta, según estimó ayer un portavoz de Azata SL, Antonio Baena, quien consideró "incorrectos" los fundamentos jurídicos empleados.