Buenas noticias para el medio ambiente. Este martes la justicia alemana ha dado luz verde a la prohibición de vehículos diésel debido a sus altos niveles de emisiones contaminantes a la atmósfera. En una decisión muy esperada, el tribunal administrativo federal de Leipzig ha dado la razón a las organizaciones ecologistas al declarar como legal que las ciudades puedan restringir la circulación de esos coches.

El presidente del tribunal administrativo más poderosa de Alemania, Andreas Korbmacher, ha descartado este martes los recursos que los estados de Baden-Württemberg y Renania del Norte-Westfalia habían interpuesto contra la demanda original del grupo ambientalista Deutsche Umwelthilfe, que pedía obligar a las autoridades a mejorar la calidad del aire de las ciudades y a restringir los vehículos más contaminantes en situaciones determinadas.

Aunque la sentencia no determina que se implementen más prohibiciones sienta precedente y abre la puerta a que Estados, ciudades y comunidades locales tengan derecho a imponerlas para mantener a ralla los límites contaminantes sin necesidad de una ley federal. Así, el tribunal de Leipzig ha optado por priorizar el impacto medioambiental que suponen las emisiones de dióxido de nitrógeno a el coste que puede suponer el reemplazo de esos vehículos.

Mucha oposición

La sentencia de hoy responde a otras dos sentencias judiciales en las ciudades de Stuttgart y Düsseldorf, capitales de Baden-Württemberg y Renania del Norte-Westfalia. Ambas administraciones locales fueron llevadas a los tribunales por organizaciones medioambientales que les acusaron de no haber actuado para frenar la contaminación. En el caso de Stuttgart la justicia también pidió prohibir la circulación de vehículos diésel tras superar en casi un 100% los límites contaminantes establecidos en la legislación para descongestionar sus calles y reducir los riesgos para la salud que comporta para sus ciudadanos.

Sin embargo, la misma sentencia que beneficia la sostenibilidad del medio ambiente tiene muchos enemigos. El gobierno en funciones de Angela Merkel, el lobi de la poderosa industria automovilística alemana y gran parte de los consumidores se oponen a una medida que puede perjudicar sus bolsillos.

Escándalos del motor

Pero más allá de esa oposición, la sentencia responde a la creciente preocupación por una contaminación que desborda los límites legales de varias ciudades en un país que parece desfallecer en su lucha contra el cambio climático. Hasta 12 de ellas se encuentras con denuncias interpuestas por la Unión Europea (UE) por esa vulneración de la salud pública.

Volkswagen, Daimler, BMW, Porsche y Audi. En los últimos años dos años y medio los escándalos por manipulación de vehículos contaminantes y por otras ‘malas praxis’ como utilizar cobayas humanas en sus experimentos o haber organizado un presunto cartel para fijar precios han salpicado a todas las grandes compañías automovilísticas alemanas. El 'Dieselgate' también a puesto al gobierno alemán en apuros pero eso no ha evitado que el lobby del motor siga teniendo mucho que decir.