Los Latin Kings son desde ayer una organización criminal en la Comunidad de Madrid. La Audiencia Provincial ordenó la inmediata disolución de esta banda juvenil latinoamericana después de condenar a un total de 20 años y ocho meses de prisión a 11 de sus cabecillas por asociación ilícita. El fallo los sitúa en la clandestinidad, cuando apenas hace un año que sus correligionarios catalanes se transformaron en una asociación cultural legal gracias a los buenos oficios del Ayuntamiento de Barcelona.

Los magistrados consideran probado que los Latin Kings tenían como un "objetivo fundamental" en Madrid la comisión de hechos delictivos, al centrar su actividad principal en la realización de "actos agresivos concretos" contra los miembros díscolos del grupo y "ajustes de cuentas" contra las bandas contrarias. Tras reconocer que en los primeros años los Latin Kings se dedicaban más a la "defensa de los valores latinos y de ayuda a los emigrantes", precisan que en el 2004 comenzaron a surgir "fuertes enfrentamientos con la banda de los Ñetas, intentando cada uno de los grupos marcar unos territorios propios".

Las penas impuestas a 11 de los 14 cabecillas oscilan entre los tres años con que se condena al fundador y líder, Eric Javier Velástegui, y el año y cuatro meses que deberán cumplir los cinco mandos intermedios. Estos castigos son sensiblemente inferiores a los solicitados por la fiscala.