Si no fuera porque es verdad, podría decirse que la vida de Karen Mulder da para un estrenos TV de domingo por la tarde: supermodelo en horas bajas se refugia en los barbitúricos y la cocaína, pierde el equilibrio emocional, acusa de violación a su padre y a Alberto de Mónaco, ingresa en un psiquiátrico, sale del psiquiátrico, vuelve al hospital tras un supuesto intento de suicidio, se recupera y la prensa anuncia en estéreo su "vuelta triunfal a la pasarela". De momento, la única pasarela que ha pisado es la de Marraquech (en la foto). Allí apareció el día 6 con 34 años a cuestas, sus célebres pómulos desdibujados y atuendo de Las mil y una noches.