Nicole Kidman ha dejado claro en su carrera, fulgurante y plagada de prestigiosas elecciones en los últimos años, que en la pantalla puede convertirse en cualquier mujer. Por eso el interés que la ex de Tom Cruise ha demostrado en el proyecto de llevar al celuloide la historia de Heidi Fleiss, la madame más famosa de Hollywood, permite augurar una nueva transformación sorprendente de la actriz.

La historia de Fleiss tiene todos los ingredientes para hacer que Hollywood se revuelva, y no sólo por una película que la propia madame considera que podría ser "una mezcla de Pretty Woman y Scarface ". Habrá más de uno que se eche a temblar recordando que cuando fue juzgada --y condenada en 1997 por evasión de impuestos y lavado de dinero-- se extendió entre muchos el temor de que sus nombres salieran de los libros donde Fleiss anotaba las onerosas citas que organizaba con chicas de compañía. El nombre de más relumbrón que se hizo público fue el del actor Charlie Sheen.

Todos estos pueden estar tranquilos. Uno de los productores que ha puesto en marcha el proyecto de Pay the girls (Paga a las chicas), ha asegurado que en la venta de los derechos de su historia, Fleiss mantendrá su particular voto de silencio .

De todas formas, la participación de Kidman en la película no está asegurada, pese a la atracción que siente por el asunto. "No hay guión, no hay director --ha destacado el representante de la australiana, que a sus 35 años es dos años menor que Fleiss--. Es prematuro hablar de su implicación definitiva".

Sea como fuere, pensar en Kidman convertida en la madame suena prometedor. Especialmente porque la película seguramente será muy distinta a las "aburridas cintas porno de serie B" con las que normalmente, según Fleiss, se retrata el mundo de la prostitución de lujo.