Juan Margallo es un militar, natural de Albalá, que ha estado durante cuatro meses en el Polo Sur formando parte, como apoyo y mantenimiento, de la Campaña Antártica.

--¿Por qué se marcha uno al fin del mundo?

--Siempe he tenido inquietud por conocer nuevos lugares, no podía dejar escapar la oportunidad. Personalmente buscaba todo aquello que soñaba cuando veía reportajes de esos lugares tan lejanos, que no el fin del mundo. El fin del mundo lo tenemos en países con los que el hombre está acabando por su egoísmo.

--¿Qué buscaba?

--Vivencias personales muy intensas, donde cada uno se mostrara tal y como es, sin que su contexto le forzara a ocultar o falsear lo que de verdad sentía.

--¿Ha cambiado alguno de sus puntos de vista sobre la vida?

--Ha sido una etapa en la que tanto la Tierra como las personas me han mostrado su mejor cara. Quizá me he planteado ver la vida con más ilusión si cabe. Hace años mi tío Jesús me daba un consejo: "dale vida a los años, no años a la vida". Desde entonces, ése ha sido mi lema.

--¿Qué se echa de menos?

--No había tiempo para echar nada de menos. El calor de la familia y los amigos está constantemente presente gracias a los medios de comunicación de que disponemos. Ahora echo de menos aquellas tierras, aquel grupo, vivir con la intensidad de ver que se acaba el tiempo y queda tanto por compartir. El trabajo terminó, pero vuelves con la sensación de no haber sacado todo lo que querías de la convivencia.

--Usted es de Albalá, ¿pensó algún día llegar tan lejos?

--No, claro. En un principio la visión que tienes es muy corta. No pasa de ir hasta la charca de La Carretona a darte un baño. Pero las distancias se agrandaron pronto cuando a los once años me marché a estudiar a Valencia. A partir de ahí han seguido muchas ciudades y países.

--¿Cómo se siente Extremadura desde allí abajo?

--Se ve mejor que desde dentro. Los que la conocen muestran su sorpresa agradable por poder disfrutar de una naturaleza relajante y unas gentes entrañables.

--Bosnia, Afganistán... ¿Qué le ha impresionado más?

--Afganistán, sin duda. Vi un pueblo sumido en la más absoluta pobreza, una tierra que no da nada para subsistir, donde el miedo y la represión guían la vida de las personas. Tuve la sensación de estar en un país de donde no se puede salir, la orografía te ahogaba, te sientes rodeado... Bosnia fue un ejemplo de que el odio generado a través de los años es capaz de cometer las más horribles atrocidades. La Antártida es... paz.