Un galardón suele ser una recompensa a un trabajo terminado, pero el que ha recibido José Gómez Galán es a un trabajo que debiera comenzar ahora tras su compleja labor. Es el motivo que más enorgullece a este catedrático de la universidad extremeña, que recogió la semana pasada el segundo Premio Nacional de Investigación Educativa, el más prestigioso de esta materia en España, concedido por el Ministerio de Educación.

"Lo más importante es que los resultados de la investigación serán difundidos ampliamente y serán tenidos en cuenta por las administraciones educativas", confiesa. Dotado con 15.000 euros, el filósofo, historiador, pedagogo y teólogo de 39 años, natural de Malpartida de Cáceres, ha sido galardonado por el trabajo Valores medioambientales en la educación: Situación del futuro profesorado de Extremadura ante la ecología y el cambio climático .

--¿En qué ahonda el trabajo que ahora le reconocen?

--Defiendo la necesidad de transformar la actual educación ambiental desde una perspectiva científica, pedagógica y ética, contemplando de modo indisoluble las problemáticas medioambientales junto al resto de las sociales. Desde esta perspectiva multidimensional se afrontarían problemas que irían desde la lucha contra la pobreza o el hambre, por ejemplo, a impedir la destrucción de ecosistemas o el maltrato a los animales. Debemos transformarla en una auténtica educación en valores medioambientales.

--¿Qué sintió cuándo supo que premiaban su esfuerzo de años?

--Un impulso para seguir trabajando a pesar de tantas barreras. No es fácil ir en tantas ocasiones contracorriente. Todo en la educación, y la lucha contra el cambio climático no es una excepción, debe ser contemplado en la esfera de los valores morales. Y en ellos debe estar presente el cuidado de nuestro planeta y de todos los seres que comparten este nuestro hogar. La educación debe ser el motor que nos permita modificar nuestras acciones y conseguir no sólo evitar los efectos devastadores del calentamiento global y la contaminación, en los que está en juego nuestro futuro, sino también contribuir a construir una sociedad mejor.

¿Qué proyectos tiene?

--Seguiré realizando aportaciones científicas en investigación educativa, social y antropológica en distintos ámbitos, investigación histórica y bíblica,- Pero sin duda alguna me voy a centrar en lo que principalmente he trabajado en los últimos años: la educación para la protección animal. Es inadmisible el trato que dispensamos a los animales en España, esta situación debe cambiar y el principal medio para conseguirlo es la educación.

--¿No es la primera vez que recibe un galardón de este tipo?

--No. Un premio nacional es lo máximo que se puede lograr en investigación, pero para mí es gratificante no por el prestigio que tiene sino porque ha reconocido un trabajo que he realizado desde el corazón, destinado de lleno a contribuir a que cambie este mundo en el que vivimos y podamos superar tantas injusticias. Espero que en ello pueda aportar mi pequeño grano de arena.