El equipo femenino del club de Petanca Jesús Delgado Valhondo de Mérida ha conseguido uno de los mayores logros al proclamarse campeón de Extremadura, todo un hito si se considera que empezaron a jugar para pasar el rato hace cuatro años.

La proclamación como campeonas de Extremadura les dio opción de participar en la XI Liga Nacional de Clubes celebrada hace escasas fechas en la localidad de Santa Susana (Barcelona), donde consiguieron un honroso tercer puesto en la Segunda División de la categoría femenina de la Liga Nacional.

Los componentes del equipo son Antonia Molina, Fermina Barroso, Jacinta Molina, Yolanda Ramiro, María Eulalia Prieto y Maria Nieves García.

Sobre el desarrollo del torneo, una de las componentes del equipo, Yolanda Ramiro, que también es secretaria del club, manifestó que "fue bastante duro, ya que los clubes adversarios tenían mucha experiencia en lo que es participar en la Liga Nacional y en campeonatos de comunidades".

También señaló que esta situación "no nos achicó, al contrario, nos hizo subir la moral y las ganas de superarnos poniendo grandes bolas para ganar el punto inicial e intentando sacar las bolas de nuestras adversarias".

Aparte de la satisfacción de las seis jugadoras y del delegado Emilio Cordón, "nos traemos una experiencia inolvidable por el compañerismo entre los clubes antes, durante y después de los enfrentamientos, sin olvidar el saber estar cuando no nos iban tan bien las cosas", contó.

Sobre la dificultad de este juego, Yolanda Ramiro, indica que se basa en la estrategia, "al principio lo único que tratas es poner las bolas lo más cerca posible, pero luego te das cuenta que es mejor entorpecer la tirada de la adversaria. Parece que no, pero este también es un juego que te hace pensar".

Sin embargo, pese a la dureza, mental sobre todo, del torneo, estas jugadoras han hecho historia y esperan que esto únicamente sea el comienzo de una larga trayectoria de éxitos para el deporte emeritense.

Además, el equipo ya está siendo conocido fuera de las fronteras extremeñas lo que otorga aún mayor valor al trabajo realizado por estas jugadoras, que no hace demasiado tiempo no contemplaban tal potencial.

Ello, conlleva al mismo tiempo, una responsabilidad que asumen con gusto, llevando el nombre de Mérida con orgullo allí donde compiten.

Pero, no sólo tienen como objetivo ganar los torneos en los que participan, sino hacer amigos, una cuestión que también consideran importante.

Por el momento, ya han hecho historia en un deporte tradicionalmente jugado por hombres. Ahora desean seguir con la senda del triunfo a base de estrategia, amistad y buen hacer.