Unas vacaciones en La Antilla fueron el inicio de lo que podría convertirse en una profesión. Juan García Pizarro, cacereño de 14 años, empezó con 9 a jugar al golf. "La Play no me gusta, a mí lo que me gusta es el golf", dice este joven, campeón de Extremadura Cadete y Junior, también clasificado número 30 de la competición de España en la categoría de cadetes.

Desde aquella mañana en la playa cuando pidió a sus padres como regalo un día en el club de golf, García ha seguido imparable en busca de su sueño: convertirse en figura. "De los españoles me gusta mucho Sergio García, entre los internacionales mis preferidos son Tiger Woods o Erni Els. Fui a ver un campeonato del mundo en Sevilla y es espectacular. Me gustaría llegar ahí", afirma.

Entretanto, el joven cacereño recuerda sus inicios tras aquellas vacaciones en Huelva. "Me apunté a la escuela municipal que organiza el ayuntamiento. Estuve un año, aunque no aprendí casi nada", indica. Pero él continuaba en su empeño, y sus padres, comprensivos ante la incipiente afición de su hijo, le animaron a continuar entrenando con clases particulares. "Tenía 10 años y me apunté con Yago Behamonte, que es mi profesor. Sigo con él", explica.

Behamonte presidió hasta hace dos años la Asociación de Profesionales de España, es profesor del Club de Golf de Cáceres y del Puerta de Hierro, en Madrid. Juan entrena de tres a cinco días a la semana. "Mi entrenador no sólo se preocupa de las cuestiones físicas, me habla mucho de la parte mental, que tengo que controlar más el carácter para que no me enfade cuando algo me sale mal".

El mejor match-play

El cacereño destaca con el drive y los tiros a green, aunque confiesa que lo peor que se le da es el putt. "Pateo regular, cuando estoy a un metro del hoyo a veces la fallo", comenta mientras sigue sentado en un rincón de la cafetería del Club de Golf con magníficas vistas al campo donde entrena desde hace años.

Concentrado y maduro para su edad, Juan García estudia 3º de la ESO en Las Carmelitas. "Soy buen estudiante. Mis padres me dicen que siga jugando, que es muy bueno, pero que para eso primero tengo que estudiar".

Isabel, su madre, no puede evitar una sonrisa cuando escucha a su hijo hablar de su futuro. "¿Mis aspiraciones? Me gustaría ser jugador profesional, me gustaría irme a Estados Unidos a estudiar y compaginar mis estudios con el golf en alguna universidad americana", dice este joven al que no le importa acabar "molido" tras cuatro horas y media de partido y 18 hoyos a sus espaldas. ¿Cuando acabas no tienes ganas de tomarte una Coca-Cola? "Cuando acabo normalmente solo tengo ganas de sentarme", responde con decisión.