--De usted, padre Lombardi, se dice que es un gran trabajador, pero que también controla mucho.

--Es bastante cierto que soy trabajador. Dirijo Radio Vaticano y el Centro Televisivo Vaticano. En cuanto a lo de controlar mucho, no creo que sea cierto.

--Pues eso dicen de usted.

--No. Mire, si estoy muy próximo a mis colaboradores es para valorar más su trabajo y para que ellos entiendan que les apoyo.

--Eso le honra.

--Le soy muy sincero. Que delego mucho en mis colaboradores lo demuestra algo tan evidente como que yo no hablo chino, tamil o indi. Por lo tanto está muy claro que debo confiar y confío en los redactores que sí hablan los idiomas que yo no domino. Les doy indicaciones, les sugiero cosas, pero no les impongo ningún control.

--¿Cuál es su jornada laboral?

--La jornada laboral la empiezo a las 8.30 horas en Radio Vaticano. Luego paso por el gabinete de prensa, por la televisión y termino a las 9 de la noche, otra vez en Radio Vaticano.

--Intuyo que debe ser muy difícil ser a la vez papa e intelectual, que es el caso de Benedicto XVI.

--¿Por qué?

--Porque el intelectual necesita ser muy libre.

--El Papa puede ser una gran personalidad y no tiene que renunciar a su carácter. Por cierto, el Papa es muy espontáneo. ¿Le sorprende?

--Sí.

--Pues lo es. Y, contestando a su pregunta, le diré que, en el caso de Benedicto XVI, sus evidentes cualidades intelectuales --que católicos y no católicos han ponderado-- permitirán dar una gran riqueza de contenido a su magisterio. Algo que puede ser y es muy útil para el diálogo entre la Iglesia y la cultura contemporánea.

--Cuando la religión languidece, ¿renace la magia?

--No toda la religiosidad es buena. Ciertas formas de superstición son una corrupción de la idea de Dios y de la religión y se transforman en una esclavitud para el hombre, no en su liberación. De ahí lo que dijo el Papa en su famoso discurso.

--Dijo, creo, que quería ampliar el concepto de razón.

--Exacto. La razón es muy importante para una religión pura, porque el uso de la razón en la fe ayuda a la propia fe y, además, impide que la religión se corrompa.

--Algunos opinan que la Iglesia católica ha perdido la batalla en los medios.

--Yo no lo entiendo así. La Iglesia católica vive en el mismo mundo que todos, donde los medios de comunicación tienen mucha importancia. La Iglesia dispone de sus propios medios de comunicación que, no siendo los más poderosos, desde el punto de vista económico o de influencia social, son muy importantes para la comunicación en el interior de la Iglesia.

--No parece ser pesimista.

--No lo soy. La Iglesia está en la realidad de la historia, nos movemos en ella y aportamos nuestra pequeña contribución que, a veces, es grandísima. Me refiero, por ejemplo, a dos grandes fenómenos, como fueron Juan Pablo II y la madre Teresa de Calcuta.

--Alguien, quizá un francés, dijo que el siglo XXI sería religioso o no sería. Y acertó.

--Como sacerdote y religioso, siempre he pensado que la religión es fundamental en la vida de los hombres, y por eso no me asombra tanto que sea importante.

--Pero es que, ahora, va a serlo incluso para los no creyentes.

--Benedicto XVI habla a menudo del lugar que ocupa Dios en nuestras vidas y de qué dios es al que seguimos. Los cristianos seguimos y anunciamos a un Dios que nos ha amado y que se ama hasta el final.