Libertad Sánchez es una joven licenciada en Historia que está preparando una tesis sobre el conflicto palestino-israelí. Durante la entrevista revela algunas de las claves de la grave situación histórica de esta zona.

--¿Qué cosas le han llamado la atención cuando se ha puesto a investigar sobre este tema?

--Los medios de comunicación siempre te recalcan el terrorismo de estado que ejerce Israel pero cuando ves los documentos oficiales me llama la atención la cantidad de personas que viven en ambas partes a costa del conflicto. Me pregunto qué hubiera ocurrido si algunas personas no hubieran intervenido tanto.

--¿Cree que este conflicto tiene solución?

--Para eso hago la tesis. La tesis va enfocada para ver qué pudo fallar en los anteriores acuerdos, para proponer algo diferente en próximos acercamientos. Es un choque cultural muy fuerte que desde Occidente es muy difícil de entender pero el peso de la religión es tan sumamente fuerte que no se pueden llegar a determinados acuerdos sin tratar previamente el asunto de la religión.

--¿Entonces es un enfrentamiento en el que los dos bandos disputan al 50%?

--No. Israel es una gran potencia militar. Antes de que se creara el estado de Israel, éstos ya pensaban como un estado. El pueblo palestino no, lo que quiere es recuperar un territorio. Podríamos hablar de igual a igual entre Israel y el resto de países árabes.

--¿Qué opina de la incursión de Israel en Líbano hace unos días?

--Israel no podía retirarse de Líbano antes de que se lo exigiese la comunidad internacional porque este hecho se vería no como un acto de buena fe sino como un síntoma de debilidad.

--¿Cuál sería la clave para que esta situación se resuelva?

--Debe haber un compromiso por las dos partes de querer hablar pero también es fundamental que haya un tercer interlocutor neutral, que es lo más complicado, que medie entre ambas partes. Debería ser una institución o entidad que tenga mucho conocimiento de cuál es el problema. Además entre los interlocutores debería haber humanistas, que conocen bien el tema de la religión. También habría que hablar con la población para ver qué está dispuesta a ceder.