La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha asegurado este viernes que el Ministerio del Interior no retirará los alambres con cuchillas (concertinas) que coronan los 8,2 kilómetros de longitud del vallado que separa la ciudad autónoma de Marruecos "hasta que se haya instalado otro sistema disuasorio pero que no haga daño" ante los grupos de migrantes indocumentados que puedan intentar saltarlo.

"Las concertinas no se van a quitar hasta que no haya otra solución para proteger la valla", ha asegurado Mateos en declaraciones a los medios. Interior está barajando "dos o tres" alternativas que la delegada "no sabe" en qué consistirían para decantarse por el que sea "más eficaz y eficiente" a los fines pretendidos.

La representante del Ejecutivo central en la ciudad autónoma ha defendido la conveniencia de retirar los alambres con cuchillas pese a que, según ha reconocido, fue otro Gobierno socialista el que apostó por su colocación al haberse revelado "antihumanas", ya que los migrantes irregulares "saltan y se hieren" con ellas.

Más efectivos policiales

Actualmente, la valla exterior del perímetro cuenta con cinco rollos continuos en horizontal de alambres con cuchillas (concertinas), dos dobles y tres simples, así como otro en la parte superior a seis metros de altura. Esta última y la de media altura son de acero inoxidable, mientras que el resto son de acero galvanizado.

Mateos ha planteado esta semana a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, "la valla y la frontera" como los problemas "más importantes" de Ceuta, así como la necesidad de "más efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional", aunque ha explicado que la respuesta obtenida ha sido que "todos los territorios" tienen similares reivindicaciones porque "en ambas plantillas se han ido perdiendo efectivos que no se han repuesto en el mismo número".

La política socialista también ha solicitado al Ministerio del Interior que convierta a Ceuta en base "permanente" de un helicóptero de la Guardia Civil equipado con cámaras de visión nocturna como el que lleva aproximadamente un año destinado en la ciudad para "poder detectar con antelación cualquier intento de salto en grupo del vallado fronterizo para responder con eficacia".