Un juego de magia del gallego Román García le quitó el sueño. Desde aquella tarde en que le vio actuar en el programa de televisión Nada por aquí , dejó de dormir. El cacereño David Sánchez (27 años y estudiante de Arquitectura Técnica) se pasó meses investigando y practicando hasta averiguar cuál era el truco. Tanta dedicación le llevó a conocer su pasión, la magia. "Me quedé impactado. Cogía dos cartas, las grapaba por los cuatro lados y después iba pasando las grapas de un lado a otro, de tal manera que al final las cuatro grapas se quedaban en una sola esquina. Desde entonces mi objetivo fue aprender el truco. Me metí en foros, compré libros, busqué en internet,...", decía a este diario David Sánchez.

El primer truco que aprendió fue llenar de Coca-cola una lata usada y vacía, además de infinidad de juegos de cartas. Ha participado en galas benéficas, en actuaciones como monitor de ocio y tiempo libre o en el proyecto de dinamización de la Ribera del Marco. Ha creado junto a un amigo Espectáculos de Magia Infantil (www.magiainfantil.com ), una promotora de eventos culturales con la que ganaron un accésit en un concurso del Gabinete de Iniciativa Joven.

Los escondrijos de la magia y la curiosidad que este arte genera en el resto de la gente se ha convertido en algo esencial en la vida de David, aunque reconoce que le costó aprender. "Es difícil ser mago. La magia es una coreografía de manos y un constante ensayo y para aprender los trucos necesitas mucho tiempo y dedicación, pero hay mucho más. Tienes que tener mucha imaginación, hablar mucho para distraer y engañar a la mente y al ojo del espectador. Aunque a mí eso no me ha costado mucho, siempre he sido muy peliculero", recuerda entre risas este joven, a quien su pasión le ha costado alargar su carrera universitaria nueve años. "Dejé la carrera a un lado porque no paraba de investigar sobre magia, quería aprender y aprender. Tengo claro que mi profesión es la Arquitectura Técnica y quiero dedicarme a ello. La magia es mi manera de evadirme. Me dan la vida las actuaciones con los chavales cuando estoy cansado", reconoce.

La última vez que actuó fue en el hospital San Pedro de Alcántara en Navidad y, aunque por problemas con la organización del centro tuvo que hacerlo en mitad de los pasillos, fue todo un éxito: "De pequeño estuve ingresado en el hospital y me perdí un campamento de verano. Entonces me hubiera encantado haber tenido un espectáculo de magia para olvidarme de lo del campamento. Estos chavales se perdieron la Navidad, por eso lo hice". Dentro de poco hará una actuación para ayudar a una familia cacereña con problemas de dinero, aunque aún está buscando un lugar para hacerlo y pide la ayuda de las instituciones. Tras ello, su siguiente paso será seguir trabajando para lograr su sueño: actuar en el casino de Las Vegas.