Nacieron prácticamente a la vez, se llaman Leonor y la una es una reproducción prácticamente exacta de la otra. Sin embargo, seguramente no se conocen, o mejor dicho, a una de ellas no la conocía prácticamente nadie hasta el comienzo de la actual campaña navideña, tan solo los responsables y trabajadores de la fábrica alicantina que la comercializa.

La muñeca Leonor, réplica en juguete de la hija de los Príncipes de Asturias, se ha convertido en uno de los regalos estrella de este final de año. De hecho, el producto ya se ha agotado y no habrá más hasta el año que viene. "Lo hemos vendido todo a jugueterías y particulares; el ritmo ha sido impresionante", comenta el director de la empresa, José Berenguer. No obstante, también es cierto que se trataba de un tirada reducida, con apenas 8.000 ejemplares. "Queríamos una muñeca de colección, selectiva y exclusiva", explica.

De hecho, Berenguer asevera que "no queremos que nuestra muñeca acabe comercializándose en lugares donde no queremos o en sitios donde pueda perder la categoría de magnífica y excepcional muñeca".

Su nacimiento fue prácticamente accidental. "Estábamos preparando el nuevo catálogo y decidimos elaborar diversos modelos de muñecas. Cuando una de ellas salió de modelaje alguien dijo: Se parece a Leonor, la hija de los Príncipes, que en esos días había nacido en Madrid", relata el director de la fábrica. Y aunque el padre de la muñeca sostiene que el hecho fue ocasional y circunstancial, Berenguer precisó a la Agencia EFE que "era tal el parecido, que acordamos mejorarlo". Para ello, los diseñadores y modelistas dieron mayor volumen a los labios, colocaron pequeñas pestañas y, con aerografía, resaltaron "las arruguitas de la cara".

Enorme parecido

"No estamos hablando de una réplica exacta y tampoco lo hemos pretendido, pero la verdad es que nuestra muñeca se parece mucho a la hija de Don Felipe de Borbón y Doña Letizia", advierte antes de reconocer que han sido bastante detallistas. Cada ejemplar tiene el peso de un bebé recién nacido (unos 2,3 kilos) y mide cerca de medio metro. Además, entre otras características, Berenguer resalta la textura de sus brazos, piernas y rostro, "elaborados con un material especial" no desvelado. Asimismo, ha sido dotada de un aroma concreto para su piel, el "mullido de su cuerpo" y "el gesto de estar algo dormida".

En este sentido, Berenguer reiteró que la compañía está especializada en crear muñecas de "imagen y tacto muy reales", de ahí que "de forma ocasional" uno de "nuestros retoños" tenga un parecido asombroso a una recién nacida, en este caso a la Infanta Leonor. Pero además, han apostado por comercializar el producto (con un precio aproximado de 65,95 euros) con cuatro vestidos diferentes: pijama y bata, albornoz, de calle y un principesco vestido de bautizo, para dar a su pequeña infanta un aspecto aún más real.