TYta ha nacido doña Leonor y su nombre trae resonancias de reinas rebeldes. La primera Leonor de biografía apasionante es Leonor de Aquitania (1122-1204), reina de Francia por su primer matrimonio con Luis VII, que la repudió por adúltera, y de Inglaterra por su segundo matrimonio con Enrique II, que le fue infiel, pero ella no se quedó de brazos caídos: intentó envenenar a su amante, después se separó de él, se estableció en Poitiers e instigó a sus hijos para rebelarse contra Enrique, que la recluyó en un convento, de donde la liberó su hijo Ricardo Corazón de León, nuevo rey de Inglaterra, que la nombró regente del reino.

Otras leonores de armas tomar son Leonor de Provenza (1223-1291), casada con Enrique III de Inglaterra e instigadora ante su cuñado Luis IX de Francia de la invasión del país de su esposo para liberarlo de las garras de Simón de Monfort, cosa que consiguió. O Leonor de Castilla (1241-1290), casada con Eduardo I de Inglaterra, a quien acompañará a las Cruzadas, llegando a salvarle la vida succionándole el veneno que le había inoculado una víbora. Hubo otra Leonor de Castilla (1307-1359): primero fue reina de Aragón, luego se pasó a Castilla, fomentó la guerra contra su anterior reino y acabó ejecutada tras la traición de su hijo Fernando. Dejamos para el final a Leonor de Guzmán, gran amor adúltero de Alfonso XI, que considerará legítimos a sus hijos bastardos: la estirpe reinante de los Trastámara. A la muerte del rey, su esposa María de Portugal se venga y Leonor es ejecutada.