La futura reina de España, Letizia Ortiz, podría haber sido la protagonista del disco Sueños líquidos del grupo mexicano Maná si el pintor cubano Waldo Saavedra no hubiera decidido inmortalizar a la experiodista en un cuadro difícil de fraccionar por la cantidad de elementos que contenía. En el lienzo, se puede apreciar a Letizia sosteniendo un avión de papel entre llamas.

La historia de la portada del disco fallida --que, finalmente, fue incluida en el disco de Maná como póster-- es sensacional. En 1996, Saavedra y Letizia se conocieron en México, donde ella estaba estudiando un máster, según publicó el pasado viernes en su suplemento de arte diario El Informador, de Guadalajara, en México. Además, se puede ver el cuadro, aunque con poca claridad, en la página web www.informador.com.

NOSTALGIA POR LA PATRIA Saavedra y Letizia congeniaron de inmediato. El pintor cubano, que compartía con la futura reina de España la nostalgia por la patria lejana, le propuso que posara para él como modelo para uno de sus cuadros. Coincidió ese reto con la propuesta a Saavedra para que realizara la portada de Sueños líquidos, el trabajo que consagró a Maná (en la foto, el cantante del grupo mexicano) y del que han vendido un total de seis millones de copias en todo el mundo.

Saavedra explica que sentía "una conexión" con Letizia: "La tenía en mente y me surgió la idea porque así es como trabajo. Voy juntando materia prima para la creación y se me ocurrió que el personaje de Sueños líquidos perfectamente podía ser la imagen de esta chica".