Ahora sí, definitivamente, se levanta la sesión. El antiguo hemiciclo del Parlamento extremeño forma ya parte de la historia. Estos días está siendo demolido y en su lugar se construirá en poco tiempo un salón multiusos en el que un pequeño rincón recordará los primeros escaños de la democracia extremeña.

Entre 1985 y el 2003 la que un día fuese iglesia del hospital de San Juan de Dios fue el escenario en el que creció y se desarrolló un sistema político que había dado sus primeros pasos en la casa de cultura de la capital extremeña. En esos 18 años el hemiciclo que hoy dice adiós para siempre ha visto pasar a cuatro presidentes parlamentarios, tres hombres del PSOE como son Antonio Vázquez, Manuel Veiga y Federico Suárez, y una mujer, Teresa Rejas, de Izquierda Unida.

La Cámara, que en este tiempo siempre ha reflejado una mayoría socialista, ha presenciado de todo. Desde pinzas políticas a insultos, extraños pactos, perdones, idilios entre sus señorías e incluso algunos casos de transfuguismo.

Pero antes de que en 1985 ese edificio albergase el hemiciclo mucha historia había recorrido su planta. En torno a 1765 se construyó allí la iglesia del antiguo hospital de San Juan de Dios y en 1811, en plena Guerra de la Independencia sufrió un bombardeo que destruyó buena parte del edificio. En 1886 el hospital pasó a ser la sede del Regimiento de Infantería de Castilla, que se instaló 3 años después.

Su uso militar no duró demasiado, puesto que en 1896 volvió a ser la sede del hospital, un destino que continuaría de forma ininterrumpida hasta 1980, cuando el edificio fue abandonado y dio pasa a la ubicación de una pequeña casa de socorro.

Pero en 1985 el edificio que tanto había pasado se convirtió en la sede del poder legislativo, la Asamblea de Extremadura, y la antigua iglesia albergó desde entonces el hemiciclo desde el que se aprobarían las leyes que regirían el autogobierno de la comunidad.

Hemiciclo moderno

Muchos años y plenos después la Cámara decidió, no sin nostalgia, dar un paso al frente y construir otro hemiciclo más adaptado a los tiempos. En septiembre del 2003 la Asamblea inauguraba sus nuevos escaños, dotados ya con las últimas tecnologías y bastante más espacio que el anterior. El antiguo hemiciclo quedaba entonces para albergar actos institucionales y culturales, pero sin un uso definido.

El 8 de abril de este año sus viejos escaños acogían la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, el último acto de su historia antes de la demolición. A partir de ahora será un salón multiusos en el que se conservarán algunos escaños como testimonio de un pasado que permanecerá en la historia, el del primer hemiciclo de la democracia extremeña.