Recolectan tomates, sandías y otras hortalizas y están obligados a beber agua durante las horas de más calor, si no, pueden ser despedidos. Aunque sea el Ramadán. Los jornaleros musulmanes empleados en los campos de Mantova, en la Lombardía italiana, han hecho pública su protesta contra una ley del 2008 que obliga a todas las personas que trabajan al aire libre, bajo altas temperaturas, a hidratarse periódicamente.

"Debería ser una recomendación, pero nunca una obligación", dijo el representante del colectivo, Ben Mansour, que reclamó que los musulmanes queden exentos de este punto del decreto. "Si un trabajador se encuentra mal, tiene que parar la actividad y, si continúa así, puede beber. El ayuno puede prever excepciones en caso de graves problemas físicos", afirmó, antes de amenazar con movilizaciones si algún bracero fuera despedido por este motivo.

Pero las asociaciones y los sindicatos de Mantova insisten en que trabajar en el campo sin beber agua puede tener fatales consecuencias.