El Ministerio de Sanidad prevé tener listo antes de las vacaciones de verano el proyecto de ley de seguridad alimentaria para que pueda entrar en vigor el año próximo. La norma vetará el uso indiscriminado en la elaboración de alimentos de grasas trans, que son las grasas que se utilizan para prolongar la vida útil de buen número de comidas rápidas fritas, productos de bollería, aperitivos empaquetados, margarinas y panes.

La prohibición será total en los comedores y las máquinas de las escuelas, ya que hay pruebas científicas de que estas sustancias preceden a la obesidad, además de contribuir a obstruir las arterias y estar ligadas a la diabetes y el cáncer.