Legalizar la heroína para uso médico no tiene nada que ver con liberalizar su venta pública, puntualizan, de forma rotunda, los especialistas. "Liberalizar esta droga sería un desastre social, aunque se redujera el narcotráfico --afirma el psiquiatra Miquel Casas--. Se trata de emplear la heroína como un medicamento para quienes recibiéndola dejan de robar, marginarse o prostituirse". Esos enfermos, añade, vuelven a la heroína tras probar la metadona, que, en ocasiones, provoca depresión. A diferencia de la metadona, que los usuarios pueden llevarse a casa para no ir cada día al centro de dispensación, la heroína se tomaría en presencia del médico. La razón es el precio que se podría obtener con su venta: la metadona de una semana cuesta 10 euros. Por las 12 dosis de heroína semanales se podrían conseguir --tras adulterarse-- más de 60.000 euros.