Rafael Ricardi, quien ha permanecido encarcelado desde hace trece años por un delito de violación que no cometió, según ha determinado ahora un informe del Instituto Nacional de Toxicología (INT), salió ayer del Centro Penitenciario de Topas, en Salamanca.

Ricardi abandonó la prisión ayer a las 15.20 horas acompañado de su abogada y un familiar y declaró a los periodistas que, a pesar de lo ocurrido, cree en la Justicia.

La abogada, Antonia Alba, dijo que su cliente se trasladará de inmediato a El Puerto de Santa María (Cádiz) y posiblemente dentro de una semana convocará a los medios de comunicación para explicar su caso.

La letrada explicó que, técnicamente, Ricardi ha salido en libertad condicional al haber cumplido un tercio de la pena, después de que la fiscal del caso pidiese su excarcelación, a la vista de los resultados del informe del INT, y dijo que para su exculpación total tiene que informar sobre ello el Tribunal Supremo.

Ricardi, con camiseta azul marino, vaqueros y zapatillas de deporte, mostró su nerviosismo a los periodistas y explicó que no podía "contestar, ni hacer declaraciones", al tiempo que se mostraba satisfecho del trato recibido en la cárcel de Topas.

El todavía condenado por violación había regresado a la prisión salmantina el 15 de julio tras tres meses en un penal de Cádiz, al que le habían traslado desde Topas, donde estaba ingresado desde el año 2000.

Por su parte, Antonia Alba no descarta emprender acciones judiciales si al final el Tribunal Supremo anula la sentencia condenatoria tal y como ha solicitado la Fiscalía de Cádiz.

Rafael Ricardi fue condenado por violación por la Audiencia de la provincia andaluza, que se basó en la identificación que hizo la víctima y en el testimonio de miembros del Cuerpo Nacional de Policía.

Para apoyar el relato de la víctima que acusaba a Ricardi como uno de los dos agresores, en 1995 se contó con el procedimiento mediante analítica de restos de semen que, a pesar de no afirmar la autoría, no descartaron que pudieran proceder del encausado, que fue condenado por violación en 1996.

Más tarde, en el 2000 se practicó un nuevo examen de dichas pruebas con nuevas técnicas de laboratorio, que concluyeron que en los restos analizados no había células de Ricardi.

El pasado abril, la Policía detuvo por estos hechos a una persona, F. P. G., y señaló que el cotejo con la base de datos de ADN le identificaba con el perfil detectado en 2000 por la causa por la que Ricardi cumplía condena.